Sabes cuándo piensas, Dios mío, tengo ganas de hacer algo distinto en mi vida, ¡pero no sé por dónde empezar!
Bueno, diría que normalmente empiezo por un viaje ya que es la mejor opción.
La llamada al Viaje
En aquel momento, trabajaba por la oficina de venta de billetes de Air Europa, y, como empleada tenía unas ventajas impresionantes en el tener billetes a bajo coste: ninguno podía acompañarme, porque evidentemente no tenía mis mismas ventajas y así decidí emprender mi primer viaje solo, fuera del continente europeo.
La idea me asustaba tremendamente, pero al mismo tiempo me excitaba la idea “loca” el poderme meterme a prueba saliendo de mi zona de confort, llamada Europa.
Viaje sola y mis paranoias
Me auto bombardeaba de preguntas y me creaba en mi cabeza unos cuantos posibles eventos catastróficos, tipo “ y si cojo el dengue?” “y si alguien me roba el pasaporte? “o peor, “y si alguien me pone alguna droga en la maleta?” la lista podría seguir sin fin….
Psicológicamente hablando, y dicho en una forma muy básica, los miedos parecen que salgan por el hecho de no conformarse con nuestros patrones, creencias que hemos heredado, a menudo inconscientemente por nuestra familia.
El hecho de alejarnos de nuestros patrones nos da terriblemente miedo… ¡El desconocido!
El Viaje a Cuba
Volviendo al viaje, me dejé influenciar por mi ex supervisora, cubana, que con su maravilloso hablar de su tierra, Cuba, me convenció: empecé a tener la idea de un paraíso encantado y, la idea de estar totalmente fuera de los cánones modernos de la sociedad capitalista me cautivaba más aún.
Intrigada, y, sabiendo que es un país muy seguro, debido al hecho de seguir estando en una dictadura, decidí… “sí, puedo hacerlo, al fin y al cabo, será solo una vacación de 8 días”
La Preparación
Empecé a preparar una lista de cosas útiles para el viaje, típicas, como seguro médico, medicamentos, cuánto dinero llevarse y sobre todo empecé a construir mi viaje.
En realidad, como primer viaje sola, conseguí a organizar alojamiento y transfer según un estilo muy “turista” sin ninguna improvisación: para un principiante como yo habría sido un estrés tremendo no fácilmente manejable.
Una cosa muy importante a tener en cuenta en un viaje solo es el espíritu de adaptación y a la vez informarse muy bien hacia el lugar a donde estamos yendo: las costumbres, el estilo de vida, la economía, el tipo de personas que podía encontrarme.
Lista para el Viaje
Hechas todas las consideraciones empecé a imaginarme en el lugar y a proyectarme en eso. Era un sueño que se hacía realidad.
¿Pues, sabes qué? Preparé todo y me lancé..una voz interna me empujó hacia el grande paso…
Los días volaron y….. Lista para el viaje.
…Todavía no sabía de qué tipo de cambio me habría esperado… En Positivo