Cuando te preguntas «autoestima, cómo alcanzarla», normalmente pensamos en algo que lleva tiempo y es bastante difícil de conseguir. En otros casos, sin embargo, pensamos que una baja autoestima pertenece sólo a personas frágiles y tristes, dejandonos transportar por nuestros propios patrones.
Para entender un poco mejor cómo somos, podemos decir que los juicios en nuestras vidas tienen un papel importante, para bien o para mal: son el punto de conexión entre el mundo emocional y el lenguaje, es decir, a través del juicio interpretamos una situación o una realidad.
Por ejemplo: si estoy caminando por la calle y alguien me da un golpe en la cabeza, puedo interpretarlo como algo injusto y luego reaccionar con ira o puedo interpretarlo como una advertencia de peligro y luego cambiar la emoción de la ira con otra persona.
LAS EMOCIONES Y EL CUERPO
Cuando hablamos de emociones, podemos interpretarlas como una predisposición a la acción. Cuando las emociones son claras y simples, te llevan a resolver el problema, mientras que cuando no lo son, pueden aparecer problemas de salud.
El lenguaje, el cuerpo y las emociones están estrechamente relacionados entre sí y su reajuste siempre implica alguna repercusión en el cuerpo.
AUTOESTIMA, COMO ALCANZARLA? EL VIAJE
Volviendo al tema de la autoestima, incluso la medicina actual ha comprobado que «no gustarse a sí mismo» está en la raíz de muchos problemas de salud, no sólo a nivel existencial sino también a nivel de la disminución de las defensas inmunitarias.
Pero entonces, ¿cómo responder a la pregunta, la autoestima, cómo alcanzarla? Mi respuesta siempre será una: Viajando.
Esta vez os cuento un fragmento de mi viaje a Colombia, un momento de redescubrimiento de mi autoestima.
Sí, después de haber pasado de una historia de amor turbulenta a un amor tóxico (si quieres leer mi artículo anterior entenderás mejor) como dice Dante Alighieri, “»En medio del viaje de nuestra vida, me encontré a mi mismo dentro de un bosque oscuro en donde se había perdido el camino recto” o mejor dicho, me encontré perdido en mí misma a la merced de muchas emociones,
AUTOESTIMA Y LAS EMOCIONES TOXICAS
En este punto hago una lista de las emociones que entran en juego. Pero, ¡Cuidado! si reconoces en la lista una o más emociones que están presentes en tu vida, tal vez necesites algún «retoque» personal.
- Culpabilidad
- Mucha auto exigencia
- Formular frases Formuli principalmente al negativo e infocadas al pasado o al futuro
- No se escucha la propia voz interior
- Falta de flexibilidad, se perciben las situaciones como dificilmente modificables .
COLOMBIA: PARQUE TAYRONA
Os invito a cerrar los ojos y atterrizamos… ¡Estamos en Colombia!
Nos centramos en nuestra respiración. Siento el aire fresco entrando por la nariz y saliendo más caliente por la nariz. Me centro en la textura del aire que entra por la nariz y cómo sale. Comenzamos a conectarnos con nuestro ser más profundo. Ahora os pido que imagineis un lugar encantado, donde por la mañana los pájaros tropicales os despierten y la belleza de una naturaleza incontaminada os envuelva en un cálido abrazo.
Imaginad la paz, la ausencia de ruido urbano.
Sumergidos en esta imagen, dejad que vuestras emociones emerjan.
¿Cómo os sentís? Bueno, justo cuando recuerdo y me sumerjo en esta naturaleza me conecto con la parte salvaje de mí misma, el león se despierta en mí. Me siento en paz conmigo misma, alegre, abierta a nuevas oportunidades, positiva, agradecida de poder vivir este espectáculo pero también observadora lista para la «supervivencia» en la jungla de la vida y de las relaciones sociales.
Ahora démosle un nombre al lugar encantado: Parque Tayrona.
EL DESPERTARSE EN LA SELVA
Me despierto en el hostel, The Journey Hostel, en medio de la selva con este silencio impresionante y con el canto de no sé qué ave tropical.
El mosquitero es fantástico y no dejó entrar a ningún habitante del bosque.
Una vez levantada, hablo con Carlo, mi amigo italiano que conocí en Santa Marta, y decidimos emprender nuestro viaje aventurero hacia este hermoso parque.
Una vez preparadas las mochilas nos dirigimos hacia la entrada del parque.
EL PERRO ACOMPAÑADOR
El comienzo de la experiencia es cómico y bastante arriesgado a la vez: tuve la «mala idea» de planear la excursion comprando la entrada al parque por internet. (La entrada es válida sólo para el día en el cual se realiza la compra.) El día de la compra llego al hostel a una hora que ya es demasiado tarde para empezar la excursión asi que el propietario del hostel me aconseja ir a recoger mi entrada de todos modos para usarla al dia siguiente. La entrada de hecho es es una pulsera y, según él, podría entrar al día siguiente desde una entrada alternativa al parque «no demasiado legal».
Empezamos a caminar hacia la entrada alternativa y pedimos información a una señora. La señora se dirige hacia el perro y le dice «vete con ellos, acompáñalos, ya lo sabes»
Nosotros nos miramos un poco atónitos y empezamos a seguir al perro como se nos aconsejo.
El perro sigue paseando y asi llegamos al primer reto: cruzar un río, cuyas aguas son bastante turbias y donde, al otro lado de la orilla, hay buitres. La primera emoción fuerte de la lista de emociones dañinas entra en juego: el miedo. El río puede tener cocodrilos, ya que la zona está llena de ellos, y con razón, los buitres esperan delante de nosotros para alimentarse de nuestros cadáveres.
Carlo y yo nos miramos el uno al otro y decidimos cruzarlo, y al mismo tiempo me permito confiar en los demás.
Siegue nuestra caminata siguiendo vivos. ?
AUTOESTIMA, COMO ALCANZARLA? PRIMER RETO
Llegamos a la supuesta entrada «ilegal», pero nos damos cuenta de que está sentada una persona trabajando de guardiano. En ese mismo momento entran en juego otras emociones «caray porque escuché al dueño del hostal, soy una tonta, ahora me pondrán una multa, o me humillarán porque traté de engañarles». Asustada le digo a Carlo que no puedo hacer esto, o mejor dicho, no sé cómo lidiar con el guardián.
Carlo escucha mis preocupaciones y se deja convencer por el hecho de que debemos evitar un enfrentamiento con guardián. ¿Y qué hacemos nosotros? Empezamos a subir colinas cerca de la entrada en busca de otra entrada alternativa.
El calor sofocante y el miedo de poder encontrar alguna vibora, nos hace desistir después de nada.
No hay sombra de entrada alternativa. Nos toca enfrentarnos con el guardián.
EL DESAFÍO CON EL GUARDIÁN
El guardián apenas nos ve, toma una actitud decididamente defensiva y comienza a hacernos toda una serie de preguntas sobre el porque pasamos por allí y porque mi pulsera tenía un color diferente a la de Carlo.
En ese momento, saco mis armas de «cordero indefenso» y explico la verdad. El tipo no me cree. Comienza a hacerme las mismas preguntas varias veces, pero formuladas en diferentes formas para ver si me equivoco de alguna manera. Pero la versión es la verdadera, así que no me equivoco.
Finalmente el guardián decide dejarnos entrar. Desafío superado y escuché mi voz interna sobre el hecho de enfrentarme al guardián.
LA LARGA CAMINATA HACIA PUEBLITO
Comenzamos la caminata con un solo objetivo: llegar a Pueblito.
Pueblito está ubicado casi en el centro del Parque Tayrona y es un lugar conocido como sagrado y donde la población indígena aún vive.
El día es absolutamente soleado con un sofocante calor tropical y húmedo. Después de unas tres horas de caminata empiezo a ver a tener espejismos por el cansancio.
Cruzamos la playa con zapatos de trekking y el sol tan fuerte definitivamente me pone bajo presión. «Nunca lo conseguiré» para mantener este ritmo. Mis hombros queman y me pongo una toalla como protección.
Por un breve momento nos detenemos para regenerarnos comiendo una arepa en la playa y saciando un poco nuestra sed para luego retomar el viaje. Volvemos a caminar dentro de un bosque.
El camino a Pueblito es definitivamente cuesta arriba y el camino es resbaladizo debido a la lluvia que había caído hasta dos días antes. El calor sofocante del bosque no me hace respirar.
EL CANSANCIO Y LAS EMOCIONES TÓXICAS
Me detengo, cada 15 minutos de caminata y Carlo me espera con paciencia. En este punto entran en juego muchas emociones: me siento culpable por haber sometido a Carlo a este esfuerzo con mi idea de Pueblito, ¿por qué tengo que hacerlo? Y si no puedo hacerlo, ¿qué pasa? ¡No puedo hacerlo a este ritmo! Soy un tonta por querer llegar a este lugar tan inaccesible.
Me detengo un momento y respiro profundamente. Empiezo a responder a mis preguntas, a mi voz interior. Podía hacerlo a un ritmo más lento, Carlo no estaba obligado, podía irse en cualquier momento, no soy estúpida, sólo una persona con muchas ganas de saber.
Retomo mi viaje y después de unas dos horas llegamos al lugar encantado.
PUEBLITO Y LA ENERGIA
Se nota una energía única. Las casas de la población indígena y una calma absoluta. Veo una escalera con un letrero que indica que el acceso está prohibido porque es un lugar sagrado.
Me siento sobre una piedra y finalmente empiezo a respirar esta energía. Me pongo cerca de un arroyo, el agua está helada y regenerante asi empiezo a enfriarme un poco.
Mi corazón está lleno de energía pura. El esfuerzo había valido la pena.
Nos sentamos un rato pero el sol nos indica que en breve se habria acostado para descansar del largo día. En Colombia el sol atardece temprano y, teniendo en cuenta que tenemos que volver, mejor volver a ponernos en camino para no quedarnos atrapados en la selva.
Caminamos de nuevo. El cansancio se hace sentir agresivo después de más o menos 7 horas de caminata.
Pero, ¿sabeis que nos motiva a ir más rápido? notamos un árbol con el tronco rasguñado por una gran pata de un gran animal. Sabemos que el Parque Tayrona acoje a muchos «animalitos», como jaguares y por lo tanto la caminata se hace bastante rápida.
LLEGAMOS AL CENTRO DE LA CIUDAD:
Por fin el centro de la ciudad. La alegría de estar allí y ver que no está oscuro me da una felicidad extrema. Había sido un día extremadamente difícil tanto físicamente que emocionalmente. ¡Lo he conseguido!
CONSEJOS ÚTILES
Hemos llegado al final de la historia y, para concluir, puedo deciros que, si os sale a la cabeza la pregunta «Autoestima, cómo alcanzarla» , podeis recurrir a una lista de consejos prácticos para tener siempre a mano, para vuestro «Viaje diario».
- Hablad en el presente, afirmativamente, sin negaciones. El lenguaje tiene un gran poder sobre vosotros mismos.
- Aceptad vuestros defectos, no los juzguéis, sino que los hagáis vuestros aliados.
- No intenteis sentiros culpables por nada. Si decis o hacéis algo, tendréis vuestras razones.
- Conéctad con vuestros sentimientos y tratad de expresarlos hablando por vosotros mismos «Siento que… me llega que»
- Las situaciones no son definitivas sino modificables, aceptad los cambios.
“¿Me estás preguntando cuál ha sido mi progreso? Empecé a ser amigo de mí mismo.»
Cit. Seneca